El invierno en la zona central de Chile presenta un desafío especial para mantener un césped verde y saludable. Las bajas temperaturas, las heladas matinales, la reducción de la luz solar y el exceso de humedad hacen que nos preguntemos cómo cuidar el pasto bajo estas condiciones climáticas y cuáles son la mejores prácticas para lograrlo.

Lejos de ser un período de abandono, el invierno es el momento perfecto para aplicar labores preventivas que prepararán tu jardín para una primavera vigorosa. A continuación, te compartimos las 7 mejores prácticas para cuidar el césped en invierno.


1. Ajusta la altura y frecuencia del corte de césped

En invierno, el crecimiento del pasto se desacelera por la dormancia, por lo que debes espaciar los cortes y dejarlo un poco más alto (5 a 7 cm).

👉 Consejo clave: nunca cortes el césped congelado. Espera a que el hielo se derrita y asegúrate de que la cuchilla esté bien afilada para evitar daños.


2. Riego inteligente y control del drenaje

El exceso de humedad es más peligroso que la falta de agua en invierno. Generalmente, las lluvias son suficientes.

  • Riega solo si hay sequía prolongada.
  • Hazlo por la mañana (9 a 11 AM).
  • Prefiere riegos profundos y espaciados.

👉 Verifica el drenaje: si hay charcos persistentes, tu suelo necesita aireación.


3. Fertilización estratégica para fortalecer el césped

Evita fertilizantes ricos en nitrógeno, ya que generan hojas tiernas y frágiles.

En invierno lo ideal es aplicar fertilizantes con alto potasio (K) para mejorar la resistencia del césped a heladas, enfermedades y estrés hídrico.


4. Control de malezas y musgo

El invierno facilita la aparición de malezas y musgo en el pasto.

  • Retira malezas de forma manual si son pocas.
  • Usa herbicidas selectivos si la infestación es grande.
  • Para el musgo, aplica sulfato ferroso y mejora drenaje y pH del suelo.

5. Aireación y limpieza del suelo

Un suelo compactado impide que el aire, agua y nutrientes lleguen a las raíces.

  • Realiza aireación con sacabocados para mejorar oxigenación.
  • Rastrilla hojas y ramas caídas para evitar humedad excesiva y hongos.

6. Prevención de enfermedades fúngicas

Las bajas temperaturas y la humedad favorecen la aparición de hongos.

👉 Mantén el césped seco y ventilado, evita riegos en exceso y actúa rápido si aparecen manchas o decoloraciones.


7. Protección contra heladas y tráfico

El césped congelado es muy frágil.

  • Evita caminar sobre el pasto cuando esté con escarcha.
  • Si necesitas cruzar, coloca tablones o caminos temporales.

Conclusión

El cuidado del césped en invierno no es solo mantenerlo vivo, sino prepararlo para brillar en primavera y verano. Con estas 7 prácticas, tendrás un pasto sano, fuerte y listo para lucirse en la próxima temporada.

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